Que nos mueve para cantar en quechua y bailar

Carta de una amiga de CL que, al participar en el encuentro de nuestro amigo italiano que nos ayuda en la comunidad, ha percibido la sencillez del corazón frente a una propuesta, una Presencia inconfundible

Ante una propuesta sencilla ¿el corazón del hombre es capaz de responder? Muchas veces no, y otras, inimaginables, sí. Esto fue lo que sucedió con algunos amigos y amigas que no venían hace tiempo a CL. Solamente fue suficiente llamarles y preguntarles si estaban dispuestos para preparar una sorpresa para nuestros visitor (amigos que nos ayudan en la comunidad de CL Perú), Michele Faldi (quien se iba) y Silvia Caironi (quien venía). Su disponibilidad fue una novedad impactante, porque solo la sencillez del corazón es capaz de estar dispuesta frente a una propuesta, a una Presencia, que llena de plenitud el corazón humano.

Durante los ensayos, Manuel, quien venía corriendo luego de estar en el hospital cuidando a su padre, decía: «estaba triste en estos días por la enfermedad de mi padre, pero ustedes me han alegrado el día». Mireya, quien venía de lejos, luego de trabajar se quedaba hasta tarde para seguir practicando y deseando que todo lo nuestro sea bello. Por otro lado, José Luis y Amparo, a pesar de sus dificultades, venían a tocar y cantar en quechua, y Angélica con su ímpetu ayudó a llevar a cabo la iniciativa. Asimismo, Mónica y otros amigos respondiendo a la propuesta de preparación del bar, se empeñaban para estar temprano, para organizarlo y para preparar ricos sándwich, postres y bebidas.

Michele Faldi nos mencionó en la Asamblea de Escuela de Comunidad (antes de la fiesta sorpresa): «El deseo es lo que no cambia, sin este deseo no nos levantaríamos por la mañana. Debemos buscar lo que responde como algo definitivo a este deseo». Esto es exactamente lo que he visto en mis amigos y amigas, con sus corazones encendidos han mantenido su deseo para seguir buscando nuevamente Su Mirada y Su Presencia inconfundible en esta propuesta, con la finalidad de satisfacer su corazón, su deseo infinito de felicidad. Este deseo, es lo que nos ha puesto en movimiento para cantar y bailar en quechua, un baile folklórico peruano llamado Valicha, así como una mixtura de música criolla, huaynos entre otros como parte de la cultura peruana.

Al finalizar, Faldi nos decía: «me he quedado impresionado, cuando vine la primera vez al Perú, ustedes bailaron y ahora que me voy, también han bailado». Es esta belleza que buscamos, que enaltece y hace vibrar el corazón.

Karina, Lima (Perú)