Si pudiéramos surcar el cielo ahora mismo, veríamos en cualquier rincón de nuestro país a muchas personas de aspecto y acentos diferentes; simplemente caminan por las calles, entran y salen de edificios oficiales o hacen cola frente a lo que parecen comedores sociales. Tal vez, nos preguntaríamos por su procedencia y por sus historias. Si, además, nos atreviésemos a salir de nuestras fronteras, en este vuelo imaginario, observaríamos a miles de personas vagando con la mirada perdida por campos sembrados de improvisadas tiendas de campaña en Turquía, en Líbano, en el Norte de África. Parecen perdidas, sin destino.

En Siria, las tiendas asomarían entre los escombros y la destrucción provocada por la guerra. Llegaríamos a América, en el norte de México, en Honduras, Brasil, Colombia, Perú… Tiendas de campaña abarrotadas de familias y caravanas de personas que se pierden en el horizonte. La historia se repite.

Con nuestro viaje, posiblemente entenderíamos qué hace toda esa gente. Comprenderíamos que se trata de los millones de personas que, en todo el mundo, huyen de la guerra, de la violencia, del hambre, de la falta de oportunidades. Y todo esto está pasando bajo el mismo cielo, nuestro cielo. Mientras nosotros acudimos a nuestro trabajo, vamos al colegio, a la universidad o estamos leyendo esta información, muchos seres humanos buscan su lugar, expulsados de sus propias vidas.

En tal sentido, queremos compartir el tiempo de esta Campaña que ha comenzado en el 2018 y continúa en el 2019 con hombres y mujeres, niños y niñas, familias que recorren nuestro continente en busca de oportunidades para sus vidas.

En Perú los fondos recolectados se donarán al Centro de Primera Acogida de los más de 2 millones de venezolanos que dejan su país por no lograr mantenerse, para llegar a Boa Vista en Brasil. La mayoría (se habla de quinientos venezolanos que llegan cada día) atraviesa la frontera con el estado de Roraima, en el extremo Norte del Brasil. De allí deberán recorrer doscientos kilómetros más para alcanzar Boa Vista, la capital, pues saben que allí serán acogidos. Nada más. El resto es una incógnita.

En Boa Vista, donde hasta el día de hoy son acogidos 30 mil venezolanos, AVSI, junto a Unhcr, asiste en 4 Centros de Acogida, en carpas y casas prefabricadas, a más de 2.800 personas, que antes tenían una vida normalísima y ahora no tienen ni para comer.

En esta situación, AVSI ha decidido ocuparse no solo de la primera acogida (una carpa, comida y asistencia médica), sino también de implementar, como parte de un programa más amplio con Unhcr y Gobierno federal, el proyecto Bem-vindo, para favorecer la integración de las familias venezolanas en otras ciudades brasileñas, mediante la hospitalidad, los cursos de portugués, la inserción laboral en empresas locales.

En un Brasil que también vive un tiempo de crisis, sacudido por las tensiones de las recientes elecciones políticas, vale el lema de la Campaña de este año: «Nunca se está demasiado lejos para encontrarnos. Porque estamos bajo el mismo cielo».

Las iniciativas que en Lima, Perú se han propuesto:

1. Campeonato de fútbol
2. Degustación de delicias peruanas y platos fusión
3. Evento cultural
4. Celebración de la bajada de Reyes

Es posible organizar otras iniciativas en otros ambientes, se les pide señalarlo a Avsi (correo electrónico: daniela.altini@avsi.org), asimismo a este mismo podrán solicitar el material de la Campaña.

Para más información sobre Avsi, visita su página clicando aquí.