Pascua 2014. El cartel de Comunión y Liberación

Como cada año, el Movimiento de CL propone una imagen artística y un texto como ayuda a vivir la Santa Pascua.

Este año la imagen es un detalles de El lavatorio de los pies de Giotto (Capilla de los Scrovegni, 1303/1305, Padua).

El texto está formado por dos citas. La primera, del papa Francisco, está tomada de la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium,164-165 y 266.
La segunda cita, de Luigi Giussani, está tomada del libro Educar es un riesgo, Encuentro, Madrid 2006, pp. 19-29.

Éstas son las dos citas:

«Jesucristo te ama, dio su vida para salvarte, y ahora está vivo a tu lado cada día, para iluminarte, para fortalecerte, para liberarte». Cuando a este primer anuncio se le llama «primero», eso no significa que está al comienzo y después se olvida o se reemplaza por otros contenidos que lo superan. Es el primero en un sentido cualitativo, porque es el anuncio principal, ese que siempre hay que volver a escuchar. Es el anuncio que responde al anhelo de infinito que hay en todo corazón humano. Pero esa convicción se sostiene con la propia experiencia, constantemente renovada, de gustar su amistad y su mensaje, convencido, por experiencia propia, de que no es lo mismo haber conocido a Jesús que no conocerlo, no es lo mismo caminar con Él que caminar a tientas. Sabemos bien que la vida con Él se vuelve mucho más plena y que con Él es más fácil encontrarle un sentido a todo.
(Papa Francisco)


Primero por mi formación en la familia y en el seminario, y después por propia meditación, me había persuadido profundamente de que una fe que no pudiera percibirse y encontrarse en la experiencia presente, que no pudiera verse confirmada por ella, que no pudiera ser útil para responder a sus exigencias, no podía ser una fe en condiciones de resistir en un mundo donde todo, todo, decía y dice lo opuesto a ella. Mostrar la pertinencia de la fe a las exigencias de la vida y, por consiguiente – este «por consiguiente» es importante para mí –, demostrar la racionalidad de la fe, implica un concepto preciso de racionalidad. Decir que la fe exalta la racionalidad quiere decir que la fe corresponde a las exigencias fundamentales y originales del corazón de todos los hombres. Por esto dar razón de la fe significa describir cada vez más ampliamente, cada vez con mayor densidad, los efectos de la presencia de Cristo en la vida de la Iglesia con toda su autenticidad, esa autenticidad cuyo «centinela» es el Papa de Roma.
(Luigi Giussani)

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